domingo, julio 30, 2006

Ha llegado el verano

Haciendo uso de la personalidad de una veleta en tiempos de tormenta pues hago que lo que dije la última vez que pasé por aquí no sirva para nada y sea pura falacia... aunque bueno, ya dije que Ella diría cuando volvería por aquí... y Ella ha hablado.XDD.
Se puede concretar claramente que ha comenzado el verano de forma oficial con la llegada de Ella aunque bueno, realmente es por que empiezan a llegar los veraneantes al pueblo y la cosa cambia... hay más ambiente, apetece más mamarse... y que te mamen... etc.
Este viernes tuve la brillante idea de volver al pueblo y tuve la oportunidad de comprobar la excelente cantera femenina que tenemos no en mis carnes, pero si en mis ojos por lo que tuve que abandonar rapidamente el lugar ya que para ver y no catar...
Aunque en realidad abandoné rapidamente porque al día siguiente había bodorrio y ya se sabe que el protocolo ha de cumplirse y tal y no es plan de ir con un jerolo de degollao del 15 porque no procede.
Si amiguitos, Emilio y Nuria cometieron la locura ayer de casarse. Quien iba a decir que éste elemento iba a sentar la cabeza alguna vez porque el hombrecillo trae un curriculum para darle de comer aparte.
Bueno, la boda en sí pues no difiere mucho de las demás. Misa, cerveceo previo a la cena y cena en sí, aparte del copeo post-cena amenizado con un DJ (por llamarlo de alguna forma decente) que se creía que lo hacía bien... pero no comentaré nada porque no merece la pena.
De la cena comentar que no hay nada mejor que conocer a los camareros para que te traten a cuerpo de rey. Por allí pululaba mi compañero de trabajo cuando estaba en el Pub, el señor Raúl que se portó como un campeón desde que me vió. Me saludó y me preguntó que donde nos poniamos. Le indiqué y le pregunto que porque y me dice "para que no os falte de nada".
Es un crack. En el lunch anterior a la cena salía el tío con las bandejas e iba apartando a la gente hasta que llegaba al sitio donde estabamos nosotros y allí se volvía con las manos vacías. Comimos y bebimos como auténticos cerdos, como si se fuera a acabar todo... en fin, cada uno come como lo que es.
Y una vez más, dije que volvería pronto a casa y a eso de las 4:30 hicé la jugada "12-13" y huí por las calles de Zamora en busca del parking donde había dejado el coche para tras un sablazo de 9 € escapar raudo y veloz hacia mis aposentos que hoy toca alegrarse la vista.

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