jueves, febrero 24, 2005
España es blanca
Esa es a la conclusión que llegué ayer, pues desde que salí de casa a eso de las 3:30 hasta que volví a las 2:20 del día siguiente toda España (la parte que yo ví) predominaba el color blanco, como el del Madrid que ganó 1-0 a la Juventus. Así que relacionando lo blanco de España con lo del Madrid paso a relatarles lo que fué mi visita, esta vez menos relámpago, a la capital de España.
Todo comenzó a las 2:52 a.m. hora en la que sonó mi despertador (el por qué de esa hora solo los amantes del mundillo ferroviario lo entenderán) y tras la correspondiente ducha, salida zumbando a la estación de Adif para coger el tren hotel "Rias Gallegas" perteneciente a Renfe Operadora que debería dejarme en Madrid a eso de las 7:45 a.m. Y digo debería porque he llegado a Madrid con cuatro (4) horas de retraso sobre el horario previsto, lo que me ha hecho llegar tarde a la entrevista de trabajo, que para eso iba a Madrid. Encima de que llegó a Zamora el tren con 10 minutos de adelanto... Todo fue debido a una avería en un cambio de agujas en la estación de Medina del Campo. Incompetentes los empleados de Mantenimiento de Infraestructura que tardaron en resolver la avería 3 horas y 30 minutos.
Consecuencias, llegar tarde a la entrevista, agobio por estar en uno de los mejores trenes de España y no avanzar ni un metro y un cabreo monumental.
Mientras esperaba perdido en algún lugar de la sierra entre Ávila y Madrid llame a la señorita de RR.HH. (que al final vamos a ser más que amigos) para que me diera otra hora y va la golfa de ella y me da para el día siguiente a las 17 y le dije que no, que iba a estar todo el día en Madrid, que me diera para hoy. Total que quedamos en que cuando llegara a Chamartin la llamaria. Y la llamé, pero no desde mi teléfono si no desde el telefono de la oficina de atención al cliente de Renfe Operadora en la cual fui a presentar mi reclamación ya que no me devolvían el dinero por el retraso sufrido. Pedí un justificante del retraso del tren y allí le plante un manuscrito en el libro de reclamaciones de la compañía anteriormente citada.
A partir de este momento ya empieza mi periplo por Madrid capital, sus calles y su metro. El primer sito donde me dirijo es, claramente, el edificio de oficinas de la compañia Ferrovial Servicios a donde tenía concertada la entrevista. Allí me encuentro con más "aspirantes" al puesto ofertado los cuales encima eran caras conocidas pues eran estudiantes de mi facultad. Joder que pequeño es el mundo.
De la entrevista poco que contar. Casi me recibe con un "hola, como estas, otra vez por aquí, me alegro de verte" pero no era serio asi que optó por la fórmula estándar para todos. Las mismas preguntas y evidentemente las mismas contestaciones eso sí, molandome en mis éxitos y pasando de largo sobre mis "menos éxitos".
Y una vez fuera del edificio ese maldito... de visita turistica por los madriles, y es que ya era la hora de comer y ni siquiera había tenido tiempo para desayunar, Madrid, la ciudad del estrés, así que el hambre me devoraba. Había quedado para comer con unos amigos en la zona de Guzman el Bueno que está atpc de donde yo estaba, pero gracias a mi GPS mental pude llegar sin ningun problema.
Comida en un restaurante llamado ¿Ghinos? donde se come bastante bien, porque a pesar del hambre que tenía he quedado completamente saciado y eso que no pedimos postre que yo sin postre no soy nadie.
Aproveché la tarde para "ir de compras" y de visita turística, pero ni que decir tiene que no me compré nada y que apenas vi nada. Eso sí, el edificio Windsor, que realmente era lo que quería ver, si que lo ví... pero de lejos, no me dejaron acercarme mucho. Malditos seguratas. He visto como la gente empieza a hacer negocio con la historia del Windsor. Un abuelente llegó allí gritando "alquilo gemelos para ver el Windsor, 5 minutos 10 euros". Joder, aquí el que no corre vuela.
Tras la visita turística llegó la hora de recorrer los bares. Se iba haciendo tarde y apetecía engullir algo para el viaje, pues no sabía si iba a durar las 3 horas y 18 minutos reglamentarios o iba a durar otras 8 horas como el de por la mañana. Así que tras recoger al señor Carlos a la salida del curro fuimos a zampar algo a la zona de Principe Pío. Mientras veíamos el futbol degustamos unas exelentes patatas bravas y unas exelentes orejas acompañadas por unas no menos exelentes cervezas que hizo las veces de cena.
Llegada la hora de partir tomamos el metro desde Principe Pío hasta Chamartín y apareció de nuevo el señor Murphy cuando por megafonía anunciaron el retraso del metro debido a la avería de un tren. Me empezaron a entrar las prisas porque veía que no llegaba a la hora de coger el tren y que me tendria que quedar a dormir en Madrid, pero no, afortunadamente hay gente competente aún en MetroMadrid.
Cuando subí al tren de vuelta para Zamora llegó el momento empalagoso del día. Con todas las niñas bonitas que había en el coche va y me toca de compañero de viaje el niño tonto y pijo de turno, que se lleva a su supernovia hasta el asiento que le corresponde y una vez allí se empiezan a decir mil y una tonterias empalagosamente empalagosas. Joder, casi vomito. Y dirán ustedes: "no se que dices, si tu también te pones así de meloso y tal y cual...". Sí, pero yo lo hago en momentos íntimos y no cuando me miran 40 personas, porque la nota la estaban dando escandalosamente. Así que hice el gesto tonto del día. Saqué mi encendedor a.k.a. mechero y le encendí y me puse en posición candelabro. XDDDDDD. La parejita se escojonaba viva de la risa pero conseguí mi objetivo... que se fueran a despedir a la puerta. Soy malo.
Ya estaba preparado para disfrutar de mi viaje en tren agusto, y es que el tren cuanto más lo uso más me gusta. Conecté mi cd portátil con un cd de n mp3's tranceros de mis últimas descargas y no lo apagué hasta que no llegué a casa momento en el cual sonaba el Tiesto - Adagio for Strings (2004 remake)... quién sabe si Tiesto tendrá mucho que ver en mi próximo viaje en tren... a Madrid.
Todo comenzó a las 2:52 a.m. hora en la que sonó mi despertador (el por qué de esa hora solo los amantes del mundillo ferroviario lo entenderán) y tras la correspondiente ducha, salida zumbando a la estación de Adif para coger el tren hotel "Rias Gallegas" perteneciente a Renfe Operadora que debería dejarme en Madrid a eso de las 7:45 a.m. Y digo debería porque he llegado a Madrid con cuatro (4) horas de retraso sobre el horario previsto, lo que me ha hecho llegar tarde a la entrevista de trabajo, que para eso iba a Madrid. Encima de que llegó a Zamora el tren con 10 minutos de adelanto... Todo fue debido a una avería en un cambio de agujas en la estación de Medina del Campo. Incompetentes los empleados de Mantenimiento de Infraestructura que tardaron en resolver la avería 3 horas y 30 minutos.
Consecuencias, llegar tarde a la entrevista, agobio por estar en uno de los mejores trenes de España y no avanzar ni un metro y un cabreo monumental.
Mientras esperaba perdido en algún lugar de la sierra entre Ávila y Madrid llame a la señorita de RR.HH. (que al final vamos a ser más que amigos) para que me diera otra hora y va la golfa de ella y me da para el día siguiente a las 17 y le dije que no, que iba a estar todo el día en Madrid, que me diera para hoy. Total que quedamos en que cuando llegara a Chamartin la llamaria. Y la llamé, pero no desde mi teléfono si no desde el telefono de la oficina de atención al cliente de Renfe Operadora en la cual fui a presentar mi reclamación ya que no me devolvían el dinero por el retraso sufrido. Pedí un justificante del retraso del tren y allí le plante un manuscrito en el libro de reclamaciones de la compañía anteriormente citada.
A partir de este momento ya empieza mi periplo por Madrid capital, sus calles y su metro. El primer sito donde me dirijo es, claramente, el edificio de oficinas de la compañia Ferrovial Servicios a donde tenía concertada la entrevista. Allí me encuentro con más "aspirantes" al puesto ofertado los cuales encima eran caras conocidas pues eran estudiantes de mi facultad. Joder que pequeño es el mundo.
De la entrevista poco que contar. Casi me recibe con un "hola, como estas, otra vez por aquí, me alegro de verte" pero no era serio asi que optó por la fórmula estándar para todos. Las mismas preguntas y evidentemente las mismas contestaciones eso sí, molandome en mis éxitos y pasando de largo sobre mis "menos éxitos".
Y una vez fuera del edificio ese maldito... de visita turistica por los madriles, y es que ya era la hora de comer y ni siquiera había tenido tiempo para desayunar, Madrid, la ciudad del estrés, así que el hambre me devoraba. Había quedado para comer con unos amigos en la zona de Guzman el Bueno que está atpc de donde yo estaba, pero gracias a mi GPS mental pude llegar sin ningun problema.
Comida en un restaurante llamado ¿Ghinos? donde se come bastante bien, porque a pesar del hambre que tenía he quedado completamente saciado y eso que no pedimos postre que yo sin postre no soy nadie.
Aproveché la tarde para "ir de compras" y de visita turística, pero ni que decir tiene que no me compré nada y que apenas vi nada. Eso sí, el edificio Windsor, que realmente era lo que quería ver, si que lo ví... pero de lejos, no me dejaron acercarme mucho. Malditos seguratas. He visto como la gente empieza a hacer negocio con la historia del Windsor. Un abuelente llegó allí gritando "alquilo gemelos para ver el Windsor, 5 minutos 10 euros". Joder, aquí el que no corre vuela.
Tras la visita turística llegó la hora de recorrer los bares. Se iba haciendo tarde y apetecía engullir algo para el viaje, pues no sabía si iba a durar las 3 horas y 18 minutos reglamentarios o iba a durar otras 8 horas como el de por la mañana. Así que tras recoger al señor Carlos a la salida del curro fuimos a zampar algo a la zona de Principe Pío. Mientras veíamos el futbol degustamos unas exelentes patatas bravas y unas exelentes orejas acompañadas por unas no menos exelentes cervezas que hizo las veces de cena.
Llegada la hora de partir tomamos el metro desde Principe Pío hasta Chamartín y apareció de nuevo el señor Murphy cuando por megafonía anunciaron el retraso del metro debido a la avería de un tren. Me empezaron a entrar las prisas porque veía que no llegaba a la hora de coger el tren y que me tendria que quedar a dormir en Madrid, pero no, afortunadamente hay gente competente aún en MetroMadrid.
Cuando subí al tren de vuelta para Zamora llegó el momento empalagoso del día. Con todas las niñas bonitas que había en el coche va y me toca de compañero de viaje el niño tonto y pijo de turno, que se lleva a su supernovia hasta el asiento que le corresponde y una vez allí se empiezan a decir mil y una tonterias empalagosamente empalagosas. Joder, casi vomito. Y dirán ustedes: "no se que dices, si tu también te pones así de meloso y tal y cual...". Sí, pero yo lo hago en momentos íntimos y no cuando me miran 40 personas, porque la nota la estaban dando escandalosamente. Así que hice el gesto tonto del día. Saqué mi encendedor a.k.a. mechero y le encendí y me puse en posición candelabro. XDDDDDD. La parejita se escojonaba viva de la risa pero conseguí mi objetivo... que se fueran a despedir a la puerta. Soy malo.
Ya estaba preparado para disfrutar de mi viaje en tren agusto, y es que el tren cuanto más lo uso más me gusta. Conecté mi cd portátil con un cd de n mp3's tranceros de mis últimas descargas y no lo apagué hasta que no llegué a casa momento en el cual sonaba el Tiesto - Adagio for Strings (2004 remake)... quién sabe si Tiesto tendrá mucho que ver en mi próximo viaje en tren... a Madrid.
# posted by UnSeñorDeAdif : 2/24/2005 01:01:00 p. m.
Comments:
<< Home
Tu al menos llamaste a la RRHH cuando viste que ibas a llegar tarde. Yo me habría puesto muy nervioso, habría sufrido como un cochino, no se me habría ocurrido, habría llegado tarde sin pedir el justificante del retraso y con el culo al aire. No si cuando sueño cosas como esas por algo será......
Publicar un comentario
<< Home
