domingo, noviembre 28, 2004
Cosas que hacen que la vida valga la pena
Y es que días, o mejor dicho noches, como la de ayer hacen honor al titulo de este post. Pero antes de proceder a entrar en detalles escabrosos me gustaría agradecer enormemente a todos los que colaboraron de manera más o menos activa a que esta escapada palentina fuera un éxito total. Evidentemente no enumeraré uno por uno a todos los que fueron participes porque con mi exelente cabeza me olvidaría a más de uno... y no me gustaría quedar en feo, pero sé que ellos ya saben quien son, y eso me satisface.
También quiero felicitar a una persona que para mi es muy especial por el no se si llamarle éxito o simplemente algo que se merecía desde hacía tiempo que obtuvo ayer y es que me gusta verle así de feliz porque, sinceramente, las buenas personas se merecen este tipo de cosas. Desde aquí le animo a mejorar ese 2,5/5 que ha obtenido y espero que siga confiando en mí como yo en él.
Y después de este momento "tierno" procedamos de lleno a lo que de verdad nos interesa que no es ni más ni menos que la exelente noche que una vez más nos regaló Palencia.
Todo comenzó con mi llegada a Pucela no sin antes haber soportado un viaje lleno de cosas cuando menos curiosas, pues entre los ronquidos que se oian, los llantos de bebes enfadados y hambrientos y los frenazos que el señor conductor nos regaló menudo viajecito. A la llegada me esperaba la srta SRC· y el señor Davi para ir a recoger al señor Axe.
Con el consiguiente retraso proporcionado por el señor Axe, la consiguiente bronca por la actitud que esta última semana había tomado éste personaje para y con nosotros y la no menos tremenda discusión sobre por donde había que ir a Palencia, partimos rumbo a la exelente ciudad castellana para deleitarnos en una noche de lujuria y pasion... ah, no, que solo fuimos a tajarnos. XD
El viaje fue tranquilo, con los consiguientes sustos que los volantazos que el señor Davi generaba por mirar donde no debía. Dado que el punto de encuentro se encontraba en un lugar un poco extraño tuve la brillante idea de hacerme un croquis en casa antes de salir para evitar el más que posible extravio intentando buscar dicho sitio. Ni que decir tiene que debido a mi preparación profesional a la hora de realizar planos y dibujos encontramos el sitio con suma facilidad, y es que cuando me pongo, me pongo.
Alli nos esperaba el señor Edu y el señor Borja presenciando el entrenamiento del RKT a.k.a. Baquerín pues ante la incomparecencia del equipo rival decidieron hacer el tolai un rato mientras llegabamos. Decidimos que lo mejor mientras acababan era tomar una cañita en el bar del pabellón los citados señores a los cuales se unieron posteriormente los señores Pedro y Martin.
Planificamos la noche y quedamos en vernos en una media hora en el bar ese de la poesia de Simeone "Asul, asul como el mar, como el aire, como ti; asul cual cabasho velos; y los perros... aaaaay los perros" (Bar Azul) que tiene un curioso letrero en su teléfono público que dice "no carvura". Supongo que querrá decir que no funciona.
Ahi fue donde ya me eché a perder pues la copa que me tomé entro con total suavidad, tanto que ni me enteré de que ya la habia terminado. Mientras se consumían los primeros cachis de alcohol los señores Pedro & Citores retaron al futbolin a los señortes Martin & Toxsi. La afrenta les salió cara pues fueron derrotados y humillados vilmente.
A partir de este momento hubo escisión de personal y cada uno fue por un lado, bueno, el realidad lo que hubo fue una bifurcación, pues unos fueron a la carpa de la fiesta de no se que (no me preguten qué, pues de tantas veces que me lo explicaron no me enteré) y otros, osea, nosotros los futbolinistas, decidimos ir a hacer la ruta de los vinos, pero con cerveza (paradojas de la vida).
Una vez acabada la ruta hicimos la visita de rigor al templo sagrado de ovni vago que es el bar "el cordón" a empezar con la bebida "buena", es decir, cambiar cervezas por bacardí naranja.
Ineludible visita es ir al bar donde el señor Martin trabaja los sabados a ver a su enroyada jefa que siempre se tira el royo con nosotros, o por lo menos siempre que he ido.
Tras hacer uso del regalito que nos hizo Marian pusimos rumbo, aunque fuera haciendo eses, hacía el bar Merlín. Allí fue donde ya nos reunimos con la otra escisión del grupo que había ido a la carpa. Yo la verdad es que no me acuerdo de mucho a partir de este momento pues la calzada ya era terrible. Me avergüenzo de que muchos miembros del grupo me hayan dicho que tenia una cara de tajado... etc. Pido perdon, pero uno es alcoholico y ya se sabe...
Ahora empiezan mis vagos recuerdos. El primero es sobre la visita al "Podium" en la cual el color de mi copa creo que cambió. No me pregunten por qué, perguntenle al señor Pedro. Debido a que el nivel de liquido almacenado en mi estómago empezaba a tambalearse peligrosamente sugerí la idea de acercarnos a algun sitio a comer algo. Cual fue mi asombro que a la vuelta de la esquina había una bocateria que estaba medio cerrada pero que el señor Pedro se encargó de abrir del todo.
La señorita que atendía se desgañitaba para decirnos que no había nada pero nosotros, astucias de madrugada, no se como conseguimos hacernos con 2 chapatas y 4 bolsas de chaskis. No se si es magia o como pero por un poco más casi sale de gorra el invento pero se frustró, así que nos toco, bueno, exactamente le toco a Pedro pagar los bocatas (señor Pedro le debo una copa y un bocata).
Tras ingerir los preciados manjares que a esas horas de la noche o mañana alegran el paladar hasta a la persona más exqusita se decidió que la noche había tocado a su fin.
Fuimos a recoger el coche mientras por la calle, a pesar del frio que hacía, nos dedicabamos a hacer el notas con las cajas de bacardí, cacique y sucesivas bebidas alcoholicas. Pero lo mejor sin duda, para mi no eh que conste, y lo que más gracia hizo al personal fue la exelente visita al suelo que hizo el señor Toxsi por intentar hacer la gracia de la noche. Dicese que cuando hace frio y hay agua en la calzada, se produce hielo. Bueno, aparte de haber agua, tambien habia cubitos de hielo que el que suscribe se iba a encargar de repartir contra el resto del grupo, excluyendo a Martin que fue el creador de la macabra idea, de una enorme patada. Pues nada, ahi que va el Toxsi todo decidido a patear el hielo cuando un movimiento en falso y ¡zas! hombre al agua, bueno, al suelo.
El oxtión que me di fue realmente considerable. Aún tengo el costado izquierdo dolorido y magullado. Es el único recuerdo que me traje de Palencia.
Viaje de vuelta en condiciones bastante lamentables y es que tengo que reconocer que fue excesivo en consumo de alcohol de ayer. Es una de las cosas que discutiamos esta tarde el señor Borja y yo. ¿Cúal es la razón por la que bebemos esas cantidades ingentes de alcohol? ¿Podeis hacer algo por nosotros? No llegamos a ninguna conclusión.
La vuelta fué tranquila, señor Axe y señor Toxsi cayeron sumidos en un profundo sueño, mientras señor Davi y srta SRC hablaban de sus cosas. Exelente tour por toda pucela que el señor Davi hizo a unas horas que no son normales hasta que ya me puse burro y dije que a la estación de Renfe, en breve ADIF. Como nadie me acompañó, me acerqué a desayunar al café de dicho lugar en el que ya van siendo costumbre mis ratos de soledad a la sombra de un café, un botellín de agua y un paquete de tabaco. Vamos, ni en las peliculas.
Y así pasó la espera hasta la hora de partir para Zamora en el autobús de las 8:30. Fui acompañado por mis acompañantes y allí se hizo el protocolario acto de despedida con lagrimas en los ojos y tal pascual... un simple adiós y punto. Vuelta a la rutina, al infierno, las mismas caras, los mismos gestos, el mismo mal royo... necesito un cambio de vida... o quizá una vida nueva.
También quiero felicitar a una persona que para mi es muy especial por el no se si llamarle éxito o simplemente algo que se merecía desde hacía tiempo que obtuvo ayer y es que me gusta verle así de feliz porque, sinceramente, las buenas personas se merecen este tipo de cosas. Desde aquí le animo a mejorar ese 2,5/5 que ha obtenido y espero que siga confiando en mí como yo en él.
Y después de este momento "tierno" procedamos de lleno a lo que de verdad nos interesa que no es ni más ni menos que la exelente noche que una vez más nos regaló Palencia.
Todo comenzó con mi llegada a Pucela no sin antes haber soportado un viaje lleno de cosas cuando menos curiosas, pues entre los ronquidos que se oian, los llantos de bebes enfadados y hambrientos y los frenazos que el señor conductor nos regaló menudo viajecito. A la llegada me esperaba la srta SRC· y el señor Davi para ir a recoger al señor Axe.
Con el consiguiente retraso proporcionado por el señor Axe, la consiguiente bronca por la actitud que esta última semana había tomado éste personaje para y con nosotros y la no menos tremenda discusión sobre por donde había que ir a Palencia, partimos rumbo a la exelente ciudad castellana para deleitarnos en una noche de lujuria y pasion... ah, no, que solo fuimos a tajarnos. XD
El viaje fue tranquilo, con los consiguientes sustos que los volantazos que el señor Davi generaba por mirar donde no debía. Dado que el punto de encuentro se encontraba en un lugar un poco extraño tuve la brillante idea de hacerme un croquis en casa antes de salir para evitar el más que posible extravio intentando buscar dicho sitio. Ni que decir tiene que debido a mi preparación profesional a la hora de realizar planos y dibujos encontramos el sitio con suma facilidad, y es que cuando me pongo, me pongo.
Alli nos esperaba el señor Edu y el señor Borja presenciando el entrenamiento del RKT a.k.a. Baquerín pues ante la incomparecencia del equipo rival decidieron hacer el tolai un rato mientras llegabamos. Decidimos que lo mejor mientras acababan era tomar una cañita en el bar del pabellón los citados señores a los cuales se unieron posteriormente los señores Pedro y Martin.
Planificamos la noche y quedamos en vernos en una media hora en el bar ese de la poesia de Simeone "Asul, asul como el mar, como el aire, como ti; asul cual cabasho velos; y los perros... aaaaay los perros" (Bar Azul) que tiene un curioso letrero en su teléfono público que dice "no carvura". Supongo que querrá decir que no funciona.
Ahi fue donde ya me eché a perder pues la copa que me tomé entro con total suavidad, tanto que ni me enteré de que ya la habia terminado. Mientras se consumían los primeros cachis de alcohol los señores Pedro & Citores retaron al futbolin a los señortes Martin & Toxsi. La afrenta les salió cara pues fueron derrotados y humillados vilmente.
A partir de este momento hubo escisión de personal y cada uno fue por un lado, bueno, el realidad lo que hubo fue una bifurcación, pues unos fueron a la carpa de la fiesta de no se que (no me preguten qué, pues de tantas veces que me lo explicaron no me enteré) y otros, osea, nosotros los futbolinistas, decidimos ir a hacer la ruta de los vinos, pero con cerveza (paradojas de la vida).
Una vez acabada la ruta hicimos la visita de rigor al templo sagrado de ovni vago que es el bar "el cordón" a empezar con la bebida "buena", es decir, cambiar cervezas por bacardí naranja.
Ineludible visita es ir al bar donde el señor Martin trabaja los sabados a ver a su enroyada jefa que siempre se tira el royo con nosotros, o por lo menos siempre que he ido.
Tras hacer uso del regalito que nos hizo Marian pusimos rumbo, aunque fuera haciendo eses, hacía el bar Merlín. Allí fue donde ya nos reunimos con la otra escisión del grupo que había ido a la carpa. Yo la verdad es que no me acuerdo de mucho a partir de este momento pues la calzada ya era terrible. Me avergüenzo de que muchos miembros del grupo me hayan dicho que tenia una cara de tajado... etc. Pido perdon, pero uno es alcoholico y ya se sabe...
Ahora empiezan mis vagos recuerdos. El primero es sobre la visita al "Podium" en la cual el color de mi copa creo que cambió. No me pregunten por qué, perguntenle al señor Pedro. Debido a que el nivel de liquido almacenado en mi estómago empezaba a tambalearse peligrosamente sugerí la idea de acercarnos a algun sitio a comer algo. Cual fue mi asombro que a la vuelta de la esquina había una bocateria que estaba medio cerrada pero que el señor Pedro se encargó de abrir del todo.
La señorita que atendía se desgañitaba para decirnos que no había nada pero nosotros, astucias de madrugada, no se como conseguimos hacernos con 2 chapatas y 4 bolsas de chaskis. No se si es magia o como pero por un poco más casi sale de gorra el invento pero se frustró, así que nos toco, bueno, exactamente le toco a Pedro pagar los bocatas (señor Pedro le debo una copa y un bocata).
Tras ingerir los preciados manjares que a esas horas de la noche o mañana alegran el paladar hasta a la persona más exqusita se decidió que la noche había tocado a su fin.
Fuimos a recoger el coche mientras por la calle, a pesar del frio que hacía, nos dedicabamos a hacer el notas con las cajas de bacardí, cacique y sucesivas bebidas alcoholicas. Pero lo mejor sin duda, para mi no eh que conste, y lo que más gracia hizo al personal fue la exelente visita al suelo que hizo el señor Toxsi por intentar hacer la gracia de la noche. Dicese que cuando hace frio y hay agua en la calzada, se produce hielo. Bueno, aparte de haber agua, tambien habia cubitos de hielo que el que suscribe se iba a encargar de repartir contra el resto del grupo, excluyendo a Martin que fue el creador de la macabra idea, de una enorme patada. Pues nada, ahi que va el Toxsi todo decidido a patear el hielo cuando un movimiento en falso y ¡zas! hombre al agua, bueno, al suelo.
El oxtión que me di fue realmente considerable. Aún tengo el costado izquierdo dolorido y magullado. Es el único recuerdo que me traje de Palencia.
Viaje de vuelta en condiciones bastante lamentables y es que tengo que reconocer que fue excesivo en consumo de alcohol de ayer. Es una de las cosas que discutiamos esta tarde el señor Borja y yo. ¿Cúal es la razón por la que bebemos esas cantidades ingentes de alcohol? ¿Podeis hacer algo por nosotros? No llegamos a ninguna conclusión.
La vuelta fué tranquila, señor Axe y señor Toxsi cayeron sumidos en un profundo sueño, mientras señor Davi y srta SRC hablaban de sus cosas. Exelente tour por toda pucela que el señor Davi hizo a unas horas que no son normales hasta que ya me puse burro y dije que a la estación de Renfe, en breve ADIF. Como nadie me acompañó, me acerqué a desayunar al café de dicho lugar en el que ya van siendo costumbre mis ratos de soledad a la sombra de un café, un botellín de agua y un paquete de tabaco. Vamos, ni en las peliculas.
Y así pasó la espera hasta la hora de partir para Zamora en el autobús de las 8:30. Fui acompañado por mis acompañantes y allí se hizo el protocolario acto de despedida con lagrimas en los ojos y tal pascual... un simple adiós y punto. Vuelta a la rutina, al infierno, las mismas caras, los mismos gestos, el mismo mal royo... necesito un cambio de vida... o quizá una vida nueva.